jueves, 4 de marzo de 2010

«Nelson Mandela fue quien me reclutó a mí para el brazo armado del CNA»


Ronnie Kasrils (15 de noviembre de 1938), nieto de judíos que huían de Letonia y Lituania, se unió en 1960 al Congreso Nacional Africano y se afilió al Partido Comunista de Sudáfrica. Participó en la fundación del brazo armado Umkhonto we Sizwe. Fue viceministro con Nelson Mandela y jefe de los servicios secretos después.

Ronnie Kasrils conoce bien a Nelson Mandela porque ambos compartieron militancia clandestina y después tareas de Gobierno. Ahora, lucha por la causa palestina y ayer estaba en Barcelona.

Desde la experiencia de Sudáfrica ¿cómo ve las últimas iniciativas políticas en Euskal Herria?

En los términos de esta situación es importante abrir vías para el diálogo y la negociación, para que pueda llegar el cambio. En nuestro caso, podemos ver que estuvimos luchando con las armas en la mano y que el régimen de apartheid no estaba interesado. No fue posible poner en marcha fórmulas pacíficas hasta que no estuvimos fuertes. Entonces fue cuando aceptaron abrir el diálogo. Podemos ver también el caso irlandés. Es realmente necesario utilizar la posibilidad. La gente prefiere una forma pacífica de cambio. En Sudáfrica tenemos muy clara la unidad del Estado. Ya nos cortaron con los bantustanes. Y esto ocurre igual con el pueblo palestino. Nuestro ejemplo está basado en mantener la unidad del estado, aunque yo no puedo hablar como un experto en la solución vasca. Creo que podría mirarse la cuestión de la autonomía, qué derechos se permiten sobre lengua, cultura, cómo y si eso satisface a la ciudadanía vasca. No obstante, me sentí muy satisfecho cuando escuché su disposición a trabajar de una forma pacífica.

Brian Currin está tomando un papel importante en esta iniciativa...

Él entiende muy bien estas cuestiones.

La sentencia contra Arnaldo Otegi dice que Nelson Mandela nunca cogió las armas...

Claro que lo hizo. Nelson Mandela fue quien me reclutó a mí para el brazo armado del CNA en 1961. Él creó el movimiento armado, aunque también decía que apostaría por las vías políticas cuando fuera posible, y eso fue lo que ocurrió. Las soluciones deben ser políticas, ya que las vías armadas sirven para mostrar el propósito de lograr el cambio. En el momento en el que la otra parte te reconoce y se realizan ofertas para las conversaciones, es conveniente un alto el fuego, a no ser que ellos se limiten a mentir, como es el caso del Gobierno israelí con los palestinos.... No sé si este es el caso del Gobierno español.

El Gobierno español también ha mentido...

Seguro que utilizan trucos. Pero, al menos, en Euskal Herria hay una autonomía,elecciones, partidos políticos...

La izquierda abertzale está ilegalizada y su partido político no puede presentarse a las elecciones. Además, muchos de sus líderes, como Arnaldo Otegi, están en prisión.

Deberían de ser liberados.



Alberto PRADILLA

http://www.gara.net/













La derecha xenofóba, a la conquista de Holanda

El triunfo del PVV de Wilders le da alas ante las generales




"Hoy Almere y La Haya, mañana toda Holanda". Para el líder de la derecha populista Geert Wilders la victoria electoral el miércoles en los dos municipios en los que se presentaba su partido es todo un "trampolín para el éxito" en todo el país, en sus propias palabras. El Partido de la Libertad (PVV) que él dirige, de extrema derecha y anti-Islam, consiguió ser la fuerza más votada en Almere, una ciudad de 200.000 habitantes, y la segunda en La Haya detrás de los laboristas.


Las elecciones locales, un simulacro imperfecto de los comicios generales que se celebrarán en junio, enterraron del todo a un bipartidismo tradicional ya maltrecho en los últimos años. Los liberales del D66 y el xenófobo PVV de Wilders fueron los beneficiados, ganando importantes cuotas de poder. Las encuestas dan ahora a Wilders 27 de los 150 asientos en el Parlamento nacional, lejos de los 9 que tiene actualmente. El partido democristiano del primer ministro, Jan Peter Balkenende, tiene ahora 41 escaños, mientras que los laboristas cuentan con 33 diputados.


La fragmentación de la política holandesa, carente ya de viejos referentes, podría catapultar a Wilders a la primera línea. Eso sí, este agente de seguros y abogado, que compara al Corán con el Mein Kampf de Hitler, ha luchado duramente por su espacio electoral desde que en 2006 fundara su propio partido. "Una parte del electorado más pobre, que votaba tradicionalmente a la izquierda, se ha dejado atraer por la sirena populista", asegura Yves Meny, profesor de Ciencia Política y ex director del Instituto Europeo Universitario de Florencia. "Wilders ha conseguido una reconfiguración de la clase obrera más pobre que convive con la inmigración" para orientarla hacia sus tesis radicales, añade.


Paraíso sin inmigrantes


Wilders prometió en la noche del miércoles transformar Holanda en un paraíso sin inmigrantes y con mano dura contra el crimen. "La élite izquierdosa todavía cree en una sociedad multicultural, que es blanda con los criminales; en la ayuda al desarrollo y en un superestado europeo con altos impuestos", lamentó. Según él, "la silenciosa mayoría", en realidad "el resto de Holanda, tiene una opinión completamente diferente".


La nueva extrema derecha que encarna Wilders sólo considera como un adversario real a la izquierda. Para Meny, "el gran problema político" en Holanda y en buena parte de Europa reside en "una izquierda que no ha sabido ofrecer demasiado en el campo de la redistribución".


Según este analista, una globalización hecha desde la derecha y la verdadera inexistencia de fronteras ha robado el espacio "y la capacidad a los Gobiernos de izquierda de hacer una política distinta", abonando así el campo de cultivo al que Wilders parece haber llegado para quedarse.