Hace 10 años en el órgano de prensa del Comité Central del Partido Comunista del Perú -Patria Roja- apareció este importante artículo que tantas veces reproducimos en San Marcos y nos sirvió para educar a una generación en el ejemplo del Che Guevara.
EL CHE TREINTA AÑOS DESPUÉS
Escribir sobre el Che a treinta años de su trágica desaparición es una larga difícil cuando la mayoría de lectores supone que todo se ha dicho y que nada queda por ser develado. El culto al combatiente sacrificado en La Higuera fácilmente ha devenido en mito o leyenda, anatematizando las posibilidades de valoración crítica y constructiva acerca de numerosos aciertos y un solo fracaso. Sobredimensionar sus virtudes innegables, sublimar su imagen física y convertir en icono a una de las personalidades más significativas de América Latina, equivale a restarle importancia a un capítulo polémico de nuestra historia. Tomando distancia prudencial con aquella miopía metafísica que censura toda exigencia crítica, pretendemos devolverle vigencia a un debate que siempre quedará inconcluso.¿Que motivos han llevado a aislar la imagen del contexto histórico o de sus circunstancias? ¿Qué aportes del Che son rescatables para futuros procesos sociales de Latinoamérica y qué aspectos de su ideario son discutibles a fines del siglo XX? Sólo una aproximación a las Obras Completas dé Ernesto Che Guevara puede ofrecernos respuestas integrales a estas y otras interrogantes.
POLÉMICA INTERNACIONAL Y VIGENCIA DE LA TAREA ESTRATÉGICA
Los historiadores de los procesos políticos sociales de América Latina coinciden en calificar el caso de Cuba como extraordinario "sui generis" o simplemente "irrepetible". Las condiciones objetivas que dieron paso al deterioro del régimen de Fulgencio Batista y al triunfo de la guerrilla exceden a toda teorización mecanicista y dogmática. Pero, indiscutiblemente, el triunfo de la revolución cubana devolvía al terreno de la polémica la inevitabilidad de la lucha armada como único camino para la toma del poder.
En el panorama internacional, el campo socialista comenzaba a evidenciar fisuras ideológicas que el tiempo y los hechos se encargarían de mostrar como antagónicas. La polémica chino-soviética aún no se agudizaba hasta el extremo de una ruptura, pero las declaraciones de Kruschev precipitaban este resultado. El gobernante soviético pretendía inaugurar un período de innovaciones dentro de la doctrina socialista que negaba lo que hasta entonces eran principios y postulados invariables, y que tenían que ver con el camino de la revolución proletaria. Según la teoría de Kruschev era posible el tránsito pacífico al poder, como también la convivencia pacífica del mundo socialista con el imperialismo yanqui, y el partido del proletariado podía convertirse en "partido de todo el pueblo". El caso cubano invalidaba las "innovaciones" de los dirigentes del P.C. de la URSS y suscribía implícitamente las tesis que los dirigentes del P.C.CH. de ese entonces tenían sobre el particular.
El Che Guevara en más de un artículo registrado en sus obras, mantuvo posiciones contrarias a las tesis soviéticas. Sin embargo, el enfoque que el Che hace sobre estos asuntos difiere de los que se alineaban con las tesis del P.C.CH. cuestión enteramente comprensible si se tiene en cuenta la situación de Cuba frente a EE.UU. Lo cierto es que el Che censura acervamente las desviaciones ideológicas sin mencionar culpables dilectos y propone, a su vez, el camino insurreccional (Táctica y Estrategia de la Revolución Latinoamericana, O. C. t. II, p.505).
La pretendida "convivencia pacifica" tuvo su mayor contraste a través de la defensa de la revolución cubana: las amenazas del imperialismo norteamericano fueron contestadas mediante la crisis de los cohetes en 1962. El mundo espectó con pánico la posibilidad de una guerra atómica entre las dos superpotencias, cuya principal batalla podía liberarse en territorio cubano. Kruschev contribuyó instalando cohetes atómicos frente a EE.UU., armamento que fue retirado prontamente sin consultar con Cuba. La crítica del Che a esta maniobra de distensión inconsulta, no se hizo esperar, (ídem. P.500).En cuanto a la tesis soviética del "partido de todo el pueblo", Ernesto Guevara escribió y fundamentó en más de un discurso acerca del modelo de partido que necesitaba la revolución cubana: el partido de clase, el partido comunista como estado mayor del proletariado (El partido marxista-leninista, Ídem. P. 198).La visita del Che a China arrojaría un resultado más: mientras que la URSS, empeñada en "desestalinizar" su sistema productivo propalaba medidas como los "incentivos económicos a la producción" (Ejemplo: mayor salario a quien más produce), el Che - entonces Ministro de Economía - se inclina por la tesis de los incentivos morales a quienes producen mejor, en virtud de la creación del nuevo hombre del socialismo. Estas tesis eran suscritas por la dirección del P.C.CH.A través de una lectura consciente de sus obras, constatarnos que el ideario del Che estuvo siempre acorde al marxismo- leninismo y en contraposición al "socialismo innovador" de Kruschev. Por ello, la personalidad que sostenía firmemente los principios ideológicos de la revolución cubana, se hizo cada vez más intolerable para los jerarcas soviéticos. Hasta entonces el gobierno de La Habana no se definía en medio de la ruptura del campo socialista y el Che, como partícipe orgánico del proceso, se pronunció por la inutilidad del cisma chino - soviético. Estaba ante los ojos del mundo el ejemplo de Viet-nam y no se habían cerrado las heridas de Corea, como tampoco las de Guatemala, Argelia o las más próximas de República Dominicana. Así lo dice el Che en su célebre discurso ante la Tricontinental.
EL FOQUISMO: DIAGNOSTICO DE UN FRACASO
El foquismo podemos hoy entenderlo como una precipitación por crear las condiciones objetivas de la revolución. Pretender que con la sola constitución de uno o más núcleos guerrilleros en el campo podemos crear las condiciones revolucionarias, significó el inútil sacrificio de jóvenes militantes. No podemos señalar al Che como el principal autor de esta teoría, a pesar que la sistematiza y fundamenta teóricamente. Regis Debray, teórico francés que luego devino en asesor de F. Mitterand, tuvo mayor responsabilidad en su autoría. Sublimar el ejemplo de la revolución cubana y considerarlo generalizable para los países de América Latina fue una de sus causas.La otra, la menos mencionada, es, que ante la inoperancia de los Partidos Comunistas regidos por Moscú, urgía una alternativa: la lucha armada y no las elecciones, la violencia revolucionaria y no el tránsito pacífico al poder, la insurgencia generalizada y no la convivencia pacífica. Crear varios Viet-nam en nuestro continente también significaba dispersar las fuerzas bélicas del imperialismo y acelerar su desgaste. Estos son motivos razonables para el Che y ofrendará su propia vida para demostrar la validez o invalidez de la teoría: "Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo, para demostrar sus verdades" (Carta a sus padres, ídem. P. 693).Sin embargo, la estrategia guevarista no podemos reducirla a la sola creación de núcleos guerrilleros. El Che, antes de dirigirse a Bolivia consulta con el PC boliviano y obtiene su apoyo. Compromete a esta organización para coincidir con una huelga general minera y con un movimiento de masas que irresponsablemente garantiza su secretario general. Ya el PC boliviano ha sufrido la fractura chino - soviética, y militantes de ambos bandos han de converger en la columna guevarista. Pero los dictados de Moscú no se hacen esperar y cuando se revela la presencia del Che en Bolivia, empieza una campaña de satanización contra su persona. Monge, el secretario general que antes le garantizara apoyo incondicional, lo traiciona. La radio y la prensa de Europa del Este demandan su aislamiento. (Septiembre 8, Diario de Bolivia). Los PC latinoamericanos alineados con Moscú exigen que sus militantes renuncien a apoyarlo y no pocos se convierten en delatores.
RESULTADOS DE UNA EXPERIENCIA
Después de la muerte del Che "ha quedado demostrado la inviabilidad del foquismo. Pero sería simplista quedarnos con, esta sola afirmación. La muerte del Che y el fracaso del foquismo han dejado en evidencia también que las tesis contrarias (vía pacífica, convivencia, etc.) colaboran con los lazos de dominio del imperialismo. Después de la muerte del Che, a Cuba le quedaba el camino de las definiciones: había fracasado su plan económico guevarista de autosostenimiento y había abortado su plan insurreccional para América Latina. Los últimos componentes de la misión militar china en Cuba, abandonaron la isla casualmente en 1968. Escasos años después, cuando Brezhnev - sucesor de Kruschev - visita la isla, Fidel Castro anuncia que Cuba no está dispuesta a exportar la revolución al resto de América Latina.En tanto, a finales ya del presente siglo, los pueblos de nuestro continente y del mundo reacuerdan al Che Guevara, valoran su gesta heroica y se resisten a renunciar a sus ideales. La revolución, el orden justo y solidario sigue siendo una aspiración legítima de la humanidad. Por cierto, hemos comprendido que las revoluciones no se digitan, se gestan en las entrañas del pueblo.