sábado, 28 de noviembre de 2009

La Juventud y el Partido -I-



Primera Parte de la Recopilación de V. Krivorúchenko subida por los camaradas de la Juventud Comunista de Chile Base Aukan Pelli



Primera Parte

El Partido Comunista, estuvo siempre vitalmente interesado en la existencia de una organización juvenil revolucionaria llamada a llevar de manera consciente su política a las amplias masas de la nueva generación y a formar en el plano ideológico y político al joven relevo, contribuyendo en todas las etapas históricas y por todos los medíos el crecimiento de la Unión de Juventudes Comunistas y a acrecentar su participación en le vida del país.

La Unión de Juventudes Comunistas Leninistas (Komsomol) se situó desde sus comienzos en las posiciones de la clase obrera, consagrando su actividad a la lucha por las ideas del comunismo, por realizar las tareas del Partido Comunista.

El Komsomol se creo y se desarrolla como organización comunista por sus objetivos y tareas; revolucionarias, por su espíritu. El fundamento ideológico de su actividad es el marxismo-leninismo, A diferencia de otras organizaciones sociales juveniles, la labor del Komsomol tiene un carácter marcadamente político. Los estatutos exigen de todos sus miembros luchar afanosamente por la aplicación de las políticas del Partido Comunista y de sus decisiones, asimilar con tenacidad los fundamentos del marxismo-leninismo, tomar parte activa en la lucha de todo el pueblo por construir la sociedad comunista y afianzar en la vida las nuevas relaciones comunistas. Los muchachos y muchachas adquieren en el Komsomol el habito del trabajo revolucionario organizativo practico.

Por la esencia y el contenido de su quehacer, la UJCL es una organización educativa, es la escuela politico-ideologica de la generación que crece. La educación clasista de sus miembros, y en el espíritu del comunismo, constituye el eje de la labor para formar la concepción del mundo en la juventud.

Toda su actividad contribuye a forjar en la joven generación una actitud de clase hacia todos los fenómenos de la vida, a preparar constructores del comunismo con amor al trabajo, a educar jóvenes con una clara visión comunista de objetivos, fieles al deber cívico y a los principios y normas de la moral comunista.

La UJCL, es una organización voluntaria. Sus estatutos estipulan que pueden ser miembro de ella todo joven del País Soviético que acepte los estatutos, participe activamente en la edificación del comunismo, actué en una de sus organizaciones, cumpla sus decisiones y abone sus cuotas. Se admite en el Komsomol a los muchachos y muchachas que expresen su deseo de formar en la organización de vanguardia de la juventud soviética. No existe coacción ni obligación ninguna para ingresar en sus filas.

El solicitante se compromete a observar los estatutos y cumplir las decisiones del Partido Comunista y del Komsomol. Esta petición es uno de los documentos esenciales para el ingreso.
Destinado a ser una organización educativa, el Komsomol tiene que educar en su seno, en los ideales comunistas, a las mas amplias masas de la juventud, guiar a los muchachos y muchachas y ejercer sobre ellos la influencia comunista. Tiene la misión no solo de organizar a sus miembros sino a toda la juventud soviética, e incorporarla a la edificación comunista.

El principio que la define como organización político social de masas de la juventud la permite cumplir dos importantes funciones sociales: ser auxiliares y reserva del Partido Comunista.

En las condiciones presentes, ser la reserva y el auxiliar de combate del PCUS presupone para la UJCL: dar prueba de iniciativa en todos los sectores de la edificación comunista, hacer la máxima aportación posible a la construcción de la nueva sociedad; preparar un digno relevo a la generación madura que haya asimilado las tradiciones revolucionarias y la experiencia política; tener conciencia de la gran responsabilidad que le incumbe en los destinos de la revolución socialista, en la feliz solución de la tarea de edificar el comunismo, en el porvenir de la patria, y en la marcha del movimiento comunista mundial; inculcar en cada joven la fidelidad a la causa del comunismo, que distinguió siempre a los leninista; forjar una joven generación de comunistas y patriotas internacionalistas; asimilar la herencia ideológica leninista, la teoría revolucionaria y, con perseverancia y tenacidad, formar en los jóvenes una conciencia de clase, firmes convicciones ideológicas y el sentido de la vigilancia revolucionaria.