Manuel Guerra - Responsable de Prensa de la
Coordinadora Politico Social
Teniendo como preámbulo la formidable lucha de las comunidades nativas de la amazonía que obligó a la derogatoria de los decretos 1015 y 1073 por parte del Parlamento, se realizó el sábado 23 la II Asamblea Nacional de la Coordinadora Política Social (CPS) con la participación de más de 500 delegados provenientes de todas las regiones del país.
La II Asamblea de la CPS constituye un paso adelante en la tarea de construir la gran unidad del pueblo peruano para derrotar al continuismo neoliberal. En relación con la primera asamblea realizada en el mes de mayo, se constató una mayor participación de bases organizadas que surgieron o se fortalecieron al calor de la preparación del paro del 9 de julio y de las diversas luchas regionales y sectoriales que se desarrollan a lo largo y ancho del país. Como parte de esta movilización, en días previos tuvieron lugar la Asamblea de Delegados de la CGTP y el Congreso de la Unión de Frentes Regionales del Perú (UFREP), eventos que le dieron mayor consistencia a la Asamblea de la CPS.
La II Asamblea de la CPS debatió tres puntos de agenda: El Informe Político, el Plan de Acción Política, y la organización de la Asamblea Nacional de los Pueblos. En el primero de ellos se realizó un análisis de la situación internacional y nacional y el balance del paro del 9 de julio. Se constató en este punto el impacto de la crisis norteamericana y la estrategia del imperialismo, el fracaso del modelo neoliberal en el país y el desgaste del actual gobierno, la afirmación de la contradicción entre cambio y continuismo, la agudización de la lucha de clases, el ascenso y radicalidad de las luchas sociales, el reacomodo de fuerzas en el escenario político y la oportunidad histórica que se abre para que las fuerzas del cambio puedan acceder a las esferas del gobierno, conforme viene ocurriendo en diversos países de América Latina. Se reafirmó que la más amplia unidad de los sectores populares se revela como la llave maestra para lograr los cambios que el país demanda.
En el segundo punto de la agenda se debatió la necesidad de articular las diversas expresiones de lucha en una plataforma común, que incorpore las demandas particulares de los sectores y regiones, acordándose la convocatoria a una jornada nacional de lucha para el próximo 7 de octubre, en la medida que el gobierno ha hecho oídos sordos a las demandas expresadas en el paro del 9 de julio y los problemas que afectan a las mayorías del país no solo continúan irresueltos, sino que se vienen agravando, como es el caso de la inflación que golpea a los hogares populares. El otro importante acuerdo en este punto es la decisión de llevar a consulta a bases la exigencia a que se convoque a un referendúm revocatorio del Presidente García, mecanismo democrático para dar salida a la grave situación creada por un mandatario que ha traicionado a sus promesas electorales, colocándose en el centro del repudio ciudadano.
En cuanto a la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), la CPS se ratificó en el llamamiento realizado en el mes de mayo, considerando a aquella como la expresión concreta de la gran unidad que necesitamos construir para lograr los grandes cambios que el país demanda. Se definió a la ANP como una expresión de democracia directa y participativa, de frente único y ancha base, que se construye de abajo a arriba, que no reemplaza a las organizaciones de masas existentes, sino que las incorpora en un horizonte mayor. Se estableció como incorrecta la propuesta de separar a los partidos de los movimientos sociales en el seno de la ANP, así como de considerarla como un referente político electoral, donde deban definirse programas y candidaturas que corresponden trabajarse en otro escenario. En el centro de la preocupación de la ANP está la visión de país y la refundación de la república, por tanto sus alcances trascienden lo cotidiano y lo electoral. Asimismo se insistió en la necesidad de superar la visión estrecha y viejos estilos como el sectarismo, la correlación de fuerzas y el burocratismo, que se constituyen como las principales amenazas que pueden llevar al colapso de este proyecto si no son superadas con firmeza. Se nombró un comité promotor de la ANP compuesto por representantes de las organizaciones asistentes, con una representación del 30% como cuota de género, abierto además a la incorporación de otros sectores, y se ratificó que el 4 de noviembre, en memoria a la gesta de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, se convoque a un evento que marque el inicio de la construcción de la Asamblea Nacional de los Pueblos.
La Asamblea de la CPS expresó su saludo y solidaridad con los diversos sectores que se encuentran en lucha, haciendo mención especial a las comunidades amazónicas que han logrado arrinconar al gobierno en su pretensión de privatizar sus tierras, e invocándolas a incorporarse al esfuerzo de construir la Asamblea de los Pueblos.
La CPS ha salido de su II Asamblea más esclarecida y unificada, consciente de los retos que tiene por delante, comprometida con las grandes tareas que debe llevar a cabo. En este proceso debe fortalecerse a partir de las coordinadoras de base, con un criterio de amplitud para incorporar a nuevos sectores, desarrollar la lucha programática y de ideas, a la vez que la acción política para derrotar a los abanderados del neoliberalismo y abrir un nuevo rumbo para el país.
25.08.2008
Teniendo como preámbulo la formidable lucha de las comunidades nativas de la amazonía que obligó a la derogatoria de los decretos 1015 y 1073 por parte del Parlamento, se realizó el sábado 23 la II Asamblea Nacional de la Coordinadora Política Social (CPS) con la participación de más de 500 delegados provenientes de todas las regiones del país.
La II Asamblea de la CPS constituye un paso adelante en la tarea de construir la gran unidad del pueblo peruano para derrotar al continuismo neoliberal. En relación con la primera asamblea realizada en el mes de mayo, se constató una mayor participación de bases organizadas que surgieron o se fortalecieron al calor de la preparación del paro del 9 de julio y de las diversas luchas regionales y sectoriales que se desarrollan a lo largo y ancho del país. Como parte de esta movilización, en días previos tuvieron lugar la Asamblea de Delegados de la CGTP y el Congreso de la Unión de Frentes Regionales del Perú (UFREP), eventos que le dieron mayor consistencia a la Asamblea de la CPS.
La II Asamblea de la CPS debatió tres puntos de agenda: El Informe Político, el Plan de Acción Política, y la organización de la Asamblea Nacional de los Pueblos. En el primero de ellos se realizó un análisis de la situación internacional y nacional y el balance del paro del 9 de julio. Se constató en este punto el impacto de la crisis norteamericana y la estrategia del imperialismo, el fracaso del modelo neoliberal en el país y el desgaste del actual gobierno, la afirmación de la contradicción entre cambio y continuismo, la agudización de la lucha de clases, el ascenso y radicalidad de las luchas sociales, el reacomodo de fuerzas en el escenario político y la oportunidad histórica que se abre para que las fuerzas del cambio puedan acceder a las esferas del gobierno, conforme viene ocurriendo en diversos países de América Latina. Se reafirmó que la más amplia unidad de los sectores populares se revela como la llave maestra para lograr los cambios que el país demanda.
En el segundo punto de la agenda se debatió la necesidad de articular las diversas expresiones de lucha en una plataforma común, que incorpore las demandas particulares de los sectores y regiones, acordándose la convocatoria a una jornada nacional de lucha para el próximo 7 de octubre, en la medida que el gobierno ha hecho oídos sordos a las demandas expresadas en el paro del 9 de julio y los problemas que afectan a las mayorías del país no solo continúan irresueltos, sino que se vienen agravando, como es el caso de la inflación que golpea a los hogares populares. El otro importante acuerdo en este punto es la decisión de llevar a consulta a bases la exigencia a que se convoque a un referendúm revocatorio del Presidente García, mecanismo democrático para dar salida a la grave situación creada por un mandatario que ha traicionado a sus promesas electorales, colocándose en el centro del repudio ciudadano.
En cuanto a la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), la CPS se ratificó en el llamamiento realizado en el mes de mayo, considerando a aquella como la expresión concreta de la gran unidad que necesitamos construir para lograr los grandes cambios que el país demanda. Se definió a la ANP como una expresión de democracia directa y participativa, de frente único y ancha base, que se construye de abajo a arriba, que no reemplaza a las organizaciones de masas existentes, sino que las incorpora en un horizonte mayor. Se estableció como incorrecta la propuesta de separar a los partidos de los movimientos sociales en el seno de la ANP, así como de considerarla como un referente político electoral, donde deban definirse programas y candidaturas que corresponden trabajarse en otro escenario. En el centro de la preocupación de la ANP está la visión de país y la refundación de la república, por tanto sus alcances trascienden lo cotidiano y lo electoral. Asimismo se insistió en la necesidad de superar la visión estrecha y viejos estilos como el sectarismo, la correlación de fuerzas y el burocratismo, que se constituyen como las principales amenazas que pueden llevar al colapso de este proyecto si no son superadas con firmeza. Se nombró un comité promotor de la ANP compuesto por representantes de las organizaciones asistentes, con una representación del 30% como cuota de género, abierto además a la incorporación de otros sectores, y se ratificó que el 4 de noviembre, en memoria a la gesta de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, se convoque a un evento que marque el inicio de la construcción de la Asamblea Nacional de los Pueblos.
La Asamblea de la CPS expresó su saludo y solidaridad con los diversos sectores que se encuentran en lucha, haciendo mención especial a las comunidades amazónicas que han logrado arrinconar al gobierno en su pretensión de privatizar sus tierras, e invocándolas a incorporarse al esfuerzo de construir la Asamblea de los Pueblos.
La CPS ha salido de su II Asamblea más esclarecida y unificada, consciente de los retos que tiene por delante, comprometida con las grandes tareas que debe llevar a cabo. En este proceso debe fortalecerse a partir de las coordinadoras de base, con un criterio de amplitud para incorporar a nuevos sectores, desarrollar la lucha programática y de ideas, a la vez que la acción política para derrotar a los abanderados del neoliberalismo y abrir un nuevo rumbo para el país.
25.08.2008