miércoles, 26 de noviembre de 2008

Mariátegui: La responsabilidad por la catástrofe de Morococha*




Leamos a José Carlos Mariátegui expresandose acerca de la responsabilidad que tienen las mineras respecto al daño ambiental y los accidentes de trabajo, ahora conocidos por la jerga neoliberal como externalidades, y la actitud que debe debe asumir el proletariado frente a las mineras.
---------------------------- En la Lucha





Tenemos la obligación de hacer llegar a la población obrera de Morococha la expresión de solidaridad de los grupos de trabajadores manuales e intelectuales que representa Amauta. Solidaridad que no se detiene en la apropiación fraternal del dolor de los obreros de Morococha por la muerte de algunas decenas de compañeros, sino comprende la mancomunidad en la exigencia de que la empresa minera no eluda ninguna de sus responsabilidades.






Estas líneas siguen a las primeras noticias de la catástrofe. Carecemos al escribirlas de los elementos o los datos indispensables para un juicio sumario de las responsabilidades de la Empresa por omisión o negligencia. Nos parece evidente, sin embargo, que estas responsabilidades existen. Los técnicos de la Empresa debían haber advertido el peligro de trabajar bajo la laguna, en un terreno deleznable, sin suficientes obras de defensa. La invasión de las galerías por una avalancha de lodo y agua no es asimilable como accidente a un terremoto o a un huracán. Por algo el trabajo minero se realiza conforme a una técnica científica, por una compañía poderosa, con recursos suficientes. Hablar de las responsabilidades de la Empresa no es, por tanto, prejuzgar sobre hechos que aún no son bien conocidos; es, simplemente, enunciar una cuestión de mero sentido común.




La Empresa está obligada a indemnizar conforme a la ley a las familias de las víctimas y a mantener en el trabajo a los obreros que ocupaba en las minas que, a consecuencia del accidente quedan cegadas. Ni un solo obrero puede ser despedido por esta causa.




Pero esto no basta. Es necesario que una comisión técnica, compuesta por profesionales insobornables, se encargue de establecer las responsabilidades por omisión o negligencia; y que ante esta comisión tengan representación y personería los obreros, quienes deben ser ampliamente oídos, dentro de un ambiente que excluya toda coacción. Se trata para los obreros, del mas elemental de sus derechos: del derecho para exigir garantías para su vida.

El capital extranjero que explota las riquezas mineras del país paga al Perú en salarios y tributos una suma muy modesta, en proporción a sus utilidades. El asunto de los humos de La Oroya es un dato cercano del caso que hace la Cerro de Pasco Copper Corporation de los intereses de las poblaciones, en medio de las cuales se instala. Antes, la Asociación Pro Indígena había tenido ya constante motivo de intervención en el tratamiento y "enganche" de los obreros de las minas. Frente a toda prepotencia de esta empresa, habituada a tratar con insolente desprecio los derechos de sus trabajadores indígenas, debe mantenerse vigilante y solidaria la clase trabajadora . Amauta es su tribuna doctrinaria, pronta siempre a la acusación, alerta siempre a la defensa.

* Nota publicada en la sección "Panorama Móvil" de la Revista Amauta, N° 19, pp. 94-95, noviembre-diciembre de 1928.


1 comentario:

No Tengo Nombre dijo...

INCREIBLE QUE UN ARTICULO ESCRITO HACE TANTOS AñOS TENGA TANTA ACTUALIDAD Y SEA CIERTO NO CAMBIO NADA, SI ES QUE LAS COSAS SIGUEN PEOR
MUY INTERESATE