miércoles, 27 de octubre de 2010

Centenario de Francisco Izquierdo Rios

Antonio Muñoz Monge *




Hace 29 años, el martes 30 de junio de 1981 dejó de existir en Lima el gran escritor y maestro Francisco Izquierdo Ríos. Su literatura nos entregó una real visión humana de la selva con un manejo sencillo de la palabra, la desnudó de agregados y supuestos, de forzados giros que buscan sorprender por impactantes, nos entregó una palabra bella, transparente, como fluyen las aguas de los ríos.

“Escribir de un modo natural y sencillo, como crece la hierba. Y que por entre lo escrito se vea la luz de la vida”, reza el epígrafe a manera de “Credo” del libro de narraciones “Sinti el Viborero”, de Francisco Izquierdo Ríos.

Murió cuando ejercía la Presidencia de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA), hoy desaparecida o en el limbo de caprichos y desencuentros personales. Recordamos la presentación de su último libro “En la tierra de los árboles”, paseo fantástico, sensible y tierno por nuestra selva. Fue en enero de 1981, a cinco meses antes de su ida definitiva. Esa noche un público atento y algo nervioso, escuchó la palabra algo dificultosa del escritor. Había sido operado meses atrás de un tumor en la boca, pero don Francisco Izquierdo se sentía bien.

Mateo Paiva
Optimista, alegre, conversador como siempre. Trejo, juguetón, voluntarioso, tierno, se sentaba a charlar y nos llevaba por los lejanos y perdidos pueblos del Perú, donde fue profesor por años, sufriendo y asumiendo con los puños cerrados, traslados que eran destierros al fin del mundo, “donde Dios no había pasado”, pero que sin embargo en la voluntad y cariño de Francisco Izquierdo esos rincones perdidos de su patria eran las verdaderas entrañas, el verdadero corazón del Perú. Pueblos, donde desechando Planes y Programas, Directivas burocráticas del centralismo limeño, abría las Escuelas a la comunidad, a la sociedad, a la cotidianidad de la vida.

Al tiempo, un huerto, una cancha de fútbol, un taller de carpintería, construidos, levantados, sembrados por profesores, alumnos, padres de familia, vecinos, quedaban como testimonio de su presencia, de su entrega. Esta larga aventura de amor por su patria y por una verdadera y real Educación, nutre, alimenta, da vida, recrea la existencia de su novela “Mateo Paiva el maestro”, publicada en 1968, un verdadero testimonio de la vida, pasión y olvidos del maestro peruano, del maestro provinciano.

Viaje a Lima
Nacido el 21 de junio de 1910 en Saposoa, capital de la provincia de Huallaga en el departamento de San Martín, termina su secundaria en Moyabamba, la capital departamental. Desde esta ciudad situada a orillas del río Mayo emprende un largo viaje a Lima. Tenía 16 años de edad. La travesía a pie demora cerca de tres meses. Viene a Lima con una beca para estudiar en el Pedagógico Nacional del Lima.

De su poncho de jebe para la lluvia, del sombrero alón, del terno envuelto en una bolsa no quedaron nada; solo cien soles que los “pierde” cuando desembarca en la capital soñada.

A los veinte años de edad se graduó de Normalista. Apenas egresado solicita iniciar su carrera pedagógica en una aldea selvática. Así retorna a la naturaleza que lo vio nacer. En esas noches silentes, con los cantos de las aves nocturnas y el recuerdo del silbido del tunchi, un candil alumbra la única casa en vigilia. El profesor le quita horas al sueño y va adentrándose en las tiernas angustias de César Vallejo, en el andariego camino de Máximo Gorki, en el patetismo de Fedor Dostoievski. Esas lecturas, su sensibilidad y la comunión con su pueblo, van madurando su creación.

Así nacen, “Muyuna”, “Los Sachapuyas”(1936), “Ande y Selva” (1939), “Vallejo y su tierra” (1949), “Selva y otros cuentos” (1949), “Cuentos del tío Doroteo”(1950), “Días Oscuros”(1950), “Gregorillo“(1957), “El árbol blanco” (1962) (Premio Nacional de Fomento a la Cultura “Ricardo Palma” de 1963), “Mi aldea” (1964), “El colibrí con cola de pavo real” (1965), “Los cuentos de Adán Torres” (1966), “Mateo Paiva el maestro” (1968). No olvidemos una obra importantísima que la trabaja y edita con José María Arguedas en 1947: “Mitos, leyendas y cuentos peruanos”.

Todas estas obras, alimentadas por su amplio conocimiento fundamentalmente de la selva y el país, donde el hombre a cada instante se instala en el eterno afán de vida van dibujando el paisaje espiritual del Perú.
El abrazo de la selva
Ahí están al acecho los “rápidos”, que como fieras míticas desaparecen en las profundidades de las aguas de los ríos a embravecidos balseros, las criaturas de leyenda como el inofensivo “chullachaqui” que pierde en los caminos con falsas huellas a desprevenidos peregrinos; mariposas multicolores, aves, víboras, bejucos, en una comunión con el hombre de todos los días en un mismo destino.

La selva apenas tocada con insinuaciones generales nos llega plena, abierta en sus obras. Francisco Izquierdo vuelve a recorrer en sus creaciones el antiguo camino “exótico”, ubicando al ser humano en una constante lucha que deviene triunfante o trágica, insistiendo en una afirmación de la existencia.

Hace cuarenta y un años, 1969, Francisco Izquierdo Ríos publica “La Literatura Infantil en el Perú” Su trabajo se abre con una pregunta que todavía es constante para este género y para todo un entendimiento y compromiso educativo: ¿Existe literatura para niños en el Perú? Su respuesta caracterizaba como relativa la existencia de esta narrativa; además subrayaba:

“Me inclino por los temas escritos sin previa intención, sin ese afán didáctico con la consabida moraleja. El niño debe descubrir, acercarse a las composiciones como lo hace ante una mariposa, ante una flor, ante un oculto nido de ave, que ese descubrimiento lo haga fraterno, sensible y que ese vital goce estético lo lleve a amar la vida, a las otras personas, a la patria, a la humanidad”.

“Indudablemente – agregaba- tenemos valiosos escritores que han creado para niños, quiero resaltar dos obras fundamentales: el cuento “Paco Yunque” de César Vallejo y la novela “El Retoño” de Julián Huanay”. Nosotros quisiéramos añadir: “Juan Volatín” de José María Eguren, “Warma Kuyay” (Amor de niño) de José María Arguedas y “El Bagrecico” del mismo Francisco Izquierdo Ríos.

Ante este sensible panorama que nos ha dejado Francisco Izquierdo, nos preguntamos, ¿qué habrá sido de los huertos, de los talleres de carpintería, de las granjas comunales, de las aulas abiertas, de los salones de clase con el sol en pleno rostro, del acento ortográfico en la ú de Perú, del olor a lápiz, a cuaderno, de la palabra redonda y bien hablada reventando en nuestros labios?.

No creemos que todo se haya perdido detrás de un escritorio burocrático; no, Francisco Izquierdo Ríos está ahí caminando con el huerto abierto como un libro y con la risa de niño grande como cuando se detuvo junto con otro gran escritor, el poeta Mario Florián en la esquina del ex cine Colón de la Plaza San Martín. De pronto, don Pancho se acerca a Mario Florián hasta casi encimarle el cuerpo.

Humor
El poeta Florián, algo extrañado, lo mira escudriñándolo. ¿Ahora qué se trae entre manos?, se preguntaba. Excitado, don Pancho mira sigilosamente a los costados como cuidando que nadie lo escuche y le descubre al oído la gran sorpresa: - “Mario,- le dice - somos los escritores más famosos de Lima, del Perú, nos han reconocido, fíjate, todos nos saludan”.

Serenos ya, después de tamaño descubrimiento, fueron contestando los saludos. Don Pancho, a mano limpia, repartía venias y adioses, mientras Mario Florián, sombrero en mano, macora en mano, es decir, parecía estar dando un paso de cashua, ese hermoso huayno cajamarquino.

Por fin eran reconocidos. El país no era tan ingrato, tan desagradecido con sus escritores. Aquí, en plena plaza San Martín, a las 6 de la tarde, en el mismísimo centro de Lima, que es el centro del Perú, estos dos grandes escritores eran saludados por anónimos y numerosos admiradores. Así se quedaron un largo momento, extasiados ante sus propias famas. Al rato, nuevamente del brazo, los dos escritores se fueron por las calles limeñas, comentando risueños esa dicha compartida.

-“¿Y sabes quiénes nos saludaban?”, me preguntaba sonriente don Pancho, cuando solía contarnos ésta y muchas otras historias. - “Qué tal fama de escritores, ¿no?... já, ja, ja, ja, ja... reía a carcajada limpia- “Eran los choferes de los colectivos que iban a Miraflores y agitaban las manos para llamar a los pasajeros...”- ¿Qué tal fama no?, y la risa se le venía a borbotones achinando sus tiernos ojos y entregando todo su cuerpo a la dicha de jugar con la vida, con el candor de un niño.

Bonachón, gran conversador, juguetón, irónico, caminante empedernido, tenía la existencia a flor de piel y la mirada de un niño grande eternamente sorprendido por el destino de desencuentros de nuestra Patria. Sin embargo, contagió su alegría de vivir a quienes lo conocieron.


* Publicado en La Primera el 26 de octubre del 2010

miércoles, 20 de octubre de 2010

Vargas Losa premiado


LA FIESTA DEL CHIVO
Y EL PREMIO NOBEL


Mario Vargas Llosa ha ganado el Premio Nobel de Literatura después de postular a él por más de 30 años. Durante tres décadas los medios de la derecha llenaron cuartillas quejándose porque le denegaban este galardón por razones ideológicas. Hubo incluso quienes decían que la academia sueca sólo premiaba a los “escritores rojos”. Hoy la algarabía desatada por entusiastas ingenuos puedo interpretarla como un mecanismo de compensación en la conciencia colectiva de un país que no clasifica ni para el Mundial de fútbol y hasta le roban las elecciones. Una mayoría ciertamente desmemoriada y con ganas de celebrar algo, aunque sea irreflexivamente.

El Premio Nobel no es solo un premio a las virtudes literarias. Se trata de premiar con él al escritor que ha contribuido mediante una obra monumental y de excelente calidad, al desarrollo de la conciencia humana. Está entonces de por medio no sólo la calidad literaria, sino también la significación de la obra. El qué se dice es más importante del cómo se dice. Por lo tanto, el Nobel no es una glorificación del significante, sino del significado.

Considero que Vargas Llosa debió ganar el Nobel en 1971. Había conseguido su máximo nivel de producción y contribuido a un cambio decisivo en la literatura latinoamericana. Era el escritor crítico del poder que además revolucionaba la estructura narrativa, llevando a sus máximos niveles la incorporación de técnicas literarias antes desconocidas en nuestra tradición novelística. Ésa fue su primera y brillante etapa.

Escribió el libro de cuentos “Los jefes” en 1959 ganando el Premio Leopoldo Alas y le permitió viajar a Europa por primera vez. Su novela “La ciudad y los perros” obtuvo el Premio Biblioteca Breve en 1962, el Premio Internacional de la Crítica en 1963 y fue traducida a más de veinte lenguas. En 1966 aparece su segunda novela “La casa verde” que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica en 1966 y el Premio Rómulo Gallegos en 1967. Ese mismo año publica la noveleta “Los cachorros” y en 1969 aparece su novela de máximo rigor literario “Conversación en la catedral”. En 1971 publica un estudio sobre la obra de su colega y amigo de entonces “Gabriel García Márquez: historia de un deicidio”.

Desde 1967 sus relaciones con la revolución cubana entran en crisis y sus convicciones ideológicas, también. Ese mismo año, Aideé Santamaría, fundadora de Casa de las Américas, le solicitó a Vargas Llosa la donación del dinero del premio Rómulo Gallegos a la causa de Ernesto Che Guevara, quien ya estaba luchando en Bolivia. El hasta entonces camarada y hermano de la Cuba revolucionaria, se niega a hacerlo, a pesar de que Aideé le promete la devolución del importe con tal de que su gesto enaltezca la campaña guerrillera del Che. La ruptura entre el autor y Casa de las Américas completaría un extenso dossier de cartas y artículos que van señalando su personal y subjetivo proceso de renuncia al socialismo. Este proceso se da por etapas y culmina en 1971, cuando después de haber publicado el mejor análisis de la obra de García Márquez, termina liándose a golpes con el autor de “Cien años de soledad”. La sanción también fue subjetiva: Vargas Llosa le quitó a las editoriales el derecho de seguir publicando “Historia de un deicidio”, veto que él mismo ha levantado recientemente en el 2008.

La segunda etapa fue de involución. Hay una merma en sus virtudes literarias que se nota en la producción de novelas carentes de significación. Los temas trascendentales cedieron el paso a la banalidad al mismo tiempo en que Vargas Llosa manifestaba su ajenidad con las reivindicaciones sociales de los olvidados y olvidaba su vocación crítica frente a los dueños del poder.

CUANDO LO BANAL SE CONVIERTE EN MERCANCÍA

El ciclo de la banalidad empieza con “Pantaleón y las visitadoras” (1973); “La tía Julia y el escribidor” (1977), las piezas teatrales “La señorita de Tacna” (1981) y “Kathie y el hipopótamo” (1983). “Pantaleón” es una novela intrascendente por su temática, hecha para el solaz de señoras de clase media alta que querían leer historias de putas. “La tía Julia” tiene méritos estructurales que son dignos de encomio, a no dudarlo, pero se empantana en la anécdota periodística vivencial y en el amor defraudado a su tía y ex esposa. Las dos obras teatrales nombradas, son brutales naufragios.

Continúa este ciclo con “La guerra del fin del mundo” (1981) echando mano inescrupulosamente a las obras de Joao Guimaraes Rosas y Euclides Da Cunha, razón por la cual no fue bien recibida por los brasileños. “Historia de Mayta” es una pésima novela donde busca retratar el fenómeno subversivo mediante una interpretación ajena a la realidad peruana. Se buscaba una gran novela sobre la subversión, muerto quien la prometía: Manuel Scorza (accidente aéreo de Barajas, 1983). Así lo dice Miguel Gutiérrez: “Historia de Mayta pudo ser esa novela si su autor hubiese podido dominar los demonios de rencor que lo impulsaron a escribirla”.

Luego prosigue con “El hablador” (1987), novela prometedora hasta que el lector se tropieza con la confesión vivencial extraliteraria de su autor. Y vendrá un fiasco brutal: “Elogio de la madrastra” (1988). “Lituma en los Andes” (1994) sólo es una descarga de sus demonios de rencor contra el pueblo peruano. Cuando escribe “La fiesta del chivo” (2000), novela antidictatorial sobre el periodo del dictador Trujillo, en República Dominicana, difícilmente era concebible en un país donde la novela sobre el trujillismo había sido el objeto literario de más de 30 autores. Acoto lo siguiente: jamás la hubiera hecho sobre Somoza en Nicaragua o sobre Pinochet en Chile.

EL NUEVO RAVINES Y SUS DEMONIOS DE RENCOR

Fue un periodista anticomunista mordaz e incisivo, superando con creces a Eudocio Ravines. Elogió el milagro económico de Pinochet, no escatimó reconocimientos a la dictadura de Videla en Argentina y se puso al servicio del segundo belaundismo en el Perú, presidiendo la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay que absolvió de culpas a los militares que ordenaron la masacre de ocho periodistas en esa comunidad ayacuchana. El estado israelí pagó sus simpatías con el sionismo otorgándole el Premio Jerusalen. Regresó al Perú para capitanear la campaña derechista contra la estatización de la banca en 1988, la misma que fue antesala de su campaña electoral para la presidencia en 1990. El voto popular buscó un candidato alternativo y creyó encontrarlo en un ingeniero nisei, Alberto Fujimori, que prometía no aplicar el shock económico, al cual Vargas Llosa era adicto. De modo que el voto por Fujimori no fue más que un voto contra la plutocracia, que al ganarle la plaza generó una reacción infantil en el perdedor: demolió su residencia de Barranco y optó por la ciudadanía española, diciendo que el error de nuestras naciones fue haberse independizado de España.

Aclaramos que la pataleta era sólo una simbólica ruptura: La nacionalidad española no es excluyente de la nacionalidad peruana. Se puede tener ambas. Pero en el contexto, tenía otro significado. Ése significado puede verse con mayor claridad en sus obras siguientes: “El pez en el agua” (1993) y “Lituma en los Andes” (1994). En la primera hace una descalificación del Perú a partir de su frustración electoral, empezando por un parricidio contra su padre biológico: “…la verdadera razón del fracaso matrimonial no fueron los celos ni el mal carácter de mi padre, sino la enfermedad nacional por antonomasia, aquella que infesta todos los estratos y familias del país y en todos deja un relente que envenena la vida de los peruanos: el resentimiento y los complejos sociales”. El problema racial en el Perú era la causa de su derrota electoral. Y ya lo venía anticipando en la primera página de su novela “El hablador” (1988): “Vine a Firenze para olvidarme por un tiempo del Perú y de los peruanos y he aquí que el malhadado país me salió al encuentro esta mañana de la manera más inesperada”.

Convertido en intelectual orgánico del neoliberalismo, seguía postulando al Nobel, pero nunca antes estuvo tan lejos de ganarlo por las razones explicadas.

PARRICIDIO Y SEPULTURA INCONCLUSA DE LA NARRATIVA ANDINA

En Madrid, 2005, estalló una polémica entre escritores peruanos que prosiguió en los medios de prensa locales. Vargas Llosa inauguró el encuentro de escritores de Madrid celebrando que por fin la literatura peruana estaba libre de condicionamientos indigenistas, neoindigenistas y reivindicaciones sociales. No sabía que el 60% de escritores invitados eran andinos. Un optimista redactor de Caretas dijo: “antes los escritores eran hijos de José María Arguedas, pero ahora todos somos hijos de Vargas Llosa”. Por supuesto, le salimos al frente.

Vargas Llosa dice en “Historia de un deicidio” y lo reitera en “El pez en el agua”, que el joven escritor necesita surgir a través de un parricidio, del asesinato del padre literario de la generación anterior. Esta intención, que no es patrimonio de todos los escritores, se revela en su descalificación constante de la vida y obra de José María Arguedas. El 24 de agosto de 1977 asume como miembro de la Academia Peruana de la Lengua y su discurso fue: “José María Arguedas, entre sapos y halcones”. Por más elogiosa que fuese la forma, el contenido apunta a un solo fin: Arguedas ficcionalizó una sierra que no existe. La mentira se convirtió en realidad gracias a la literatura. Esta descalificación coincide con el juicio que un grupo de intelectuales hizo a Arguedas en su último año de vida. El autor de “Todas las sangres” escribió dos documentos a favor de su verosimilitud: “¿He vivido en vano?” y “No soy un aculturado”.

Ya en “El pez en el agua”, p. 345, Vargas Llosa hace la descarga completa: “Desde entonces odio la palabra “telúrica”, blandida por muchos escritores y críticos de la época como máxima virtud literaria y obligación de todo escritor peruano. Ser telúrico quería decir escribir una literatura con raíces en la tierra, en el paisaje natural y costumbrista y preferentemente andino, y denunciar al gamonalismo y feudalismo de la sierra, la selva o la costa, con truculentas anécdotas de “mistis” (blancos) que estrupaban campesinas, autoridades borrachas que robaban y curas fanáticos que predicaban resignación a los indios.” (…) “La palabra telúrica llegó a ser para mí el emblema del provincialismo y el subdesarrollo en el campo de la literatura…” (…) “…ese desprecio folklórico por la forma…”.

En “La utopía arcaica, José María Arguedas y las ficciones del indigenismo” (1996), desde el rótulo manifiesta la intención del sepulturero que evidenció en su discurso de Madrid, 2005. El presente artículo no pretende un extenso análisis de dicha obra crítica. Sólo nos basta una cita: “Lo cual no significa que los escritores peruanos dejen de escribir sobre temas andinos o que desaparezcan los indios en la literatura peruana. (…) Las excepciones -las hay- son de escasa significación literaria y, hasta ahora al menos, están allí sólo para confirmar la regla”. (p.175)

En un contexto histórico de grandes enfrentamientos entre comunidades campesinas y empresas mineras, con el saldo mortal de Bagua, que incluye a las naciones amazónicas, sigue produciéndose aquella literatura que pretende sepultar Vargas Llosa. Y no es “de escasa significación literaria”. Para no enumerar una larga lista de escritores, que no son “excepciones”, reduzco el comentario a la exitosa carrera narrativa de Sócrates Zuzunaga Huaita, ayacuchano, quechua hablante, ganador del concurso COPE de novela y antes ganador del Premio de Novela Quechua, de la UNFV. Digo bien: entre otros…

UNA LÁPIDA ELEGANTE Y UNA ENORME FOSA COMÚN

“La utopía arcaica” es una lápida elegante para sepultar a José María Arguedas, reconociéndole méritos y elogiando virtudes, pero sentenciando su validez y verosimilitud como testimonio de las luchas de “los de abajo”. Los encomios sólo pueden sorprender a incautos, mas no a quienes leen este ensayo atendiendo a su verdadero objetivo.

La novela del desquite por el fracaso electoral de 1990, fue “Lituma en los Andes” (1994). Si de algo culpó Vargas a la literatura indigenista o telúrica, fue de haber impuesto una ficción que no se correspondía con la realidad. Pero él mismo lleva este defecto a sus máximos desvaríos en “Lituma”. El poblador andino es representado en una barbarie lombrosiana indemostrable por la más burda constatación. No ficcionaliza literariamente sobre el mundo de los pobres, sino que lo caricaturiza. Desconoce incluso detalles elementales de las manifestaciones culturales del mundo andino, pero le inventa horrores que no tiene. Esta novela, escrita con todos los demonios de rencor que señalaba Miguel Gutiérrez al valorar “Historia de Mayta” (1985), es una gigantesca fosa común en la cual pretende sepultar vivos a los “incivilizados” que no le otorgaron el voto en 1990.

Las reales fosas comunes donde fueron sepultados cientos de comuneros andinos durante la sangrienta campaña antisubversiva (1980-2000), no figuran en su narrativa. Como dijo el actual mandatario peruano, son ciudadanos de tercera categoría. Entendemos su preocupación por el Museo de la Memoria y su renuncia, para que luego caiga en manos de uno de sus más entusiastas seguidores, como un tributo a su tercera etapa: la del que quiere ganar el Premio Nobel en el invierno de su existencia. En función de ese objetivo interpretamos su reformulación del problema palestino y sus tardías críticas al genocidio sionista. Al Nobel no se podía llegar sin enmendar ese curriculum que lo distanciaba de la defensa de los derechos humanos y lo aproximaba expresamente a las dictaduras de derecha y a las seudo democracias bajo las cuales se siguen perpetrando crímenes de lesa humanidad.

En ese sentido, ésta es una ópera bufa. Durante 30 años de postularse al Nobel y no conseguirlo, las instituciones conservadoras y la prensa de derecha intentaron compensarlo con premios y galardones para sostener en alto el prestigio de un vocero connotado del gran capital y las transnacionales. Ahora consigue el máximo galardón, justamente cuando no lo necesita. Así como Andrés Avelino Cáceres debió haber muerto en la Campaña de la Breña, para no ser recordado por el pésimo gobierno que hizo, Mario Vargas Llosa debió haber ganado el Nobel en 1971, en el esplendor de su carrera literaria, no en su decadencia.
El Modelo político-económico de Vargas Llosa
Por Juan Antonio González Canales*

La figura literaria del peruano nacionalizado español, Vargas Llosa, ha sido reconocida por la cada vez menos prestigiosa academia Nobel, en materia de literatura, entrando en el parnaso de los grandes literatos contemporáneos.

Pasemos por encima que dicha institución también tiene entre sus elegidos a personajes como Henry Kissinger, autor intelectual e inductor de dictaduras, masacres y guerra sucias como ya está documentado en informes desclasificados de seguridad; o el gurú del neoliberalismo, Milton Friedman asesor económico del siniestro Pinochet.

Haciendo esta breve puntualización, es hora de conocer la otra cara del galardonado Nobel, la menos conocida, el Vargas Llosa político y pensador, y sus relaciones y amistades con el mundo no ya neo-conservador, sino con auténticos terroristas, fuera de la esfera cultural y del boato que ahora le rinden.

Vargas Llosa lleva tiempo alineado en el sector neocon (atrás queda sus veleidades izquierdistas) y preside la Fundación Internacional para la Libertad, un think thank al servicio de las corrientes económicas del globalismo mercantilista.

Su fracaso como político en su país natal, Perú, le ha llevado a convertirse en analista internacional, y más concretamente en su continente, generándole estrecha relaciones con sectores empresariales y financieros.

Hoy en día es azote de los gobiernos progresistas de América Latina y de la izquierda en general, utilizando todo tipo de ofensas y descalificaciones, llamando idiota a todo aquel que no piensa como él desde su egolatría y autocomplaciencia.

Como escribió hace unos años, su modelo ideal de político es su fiel amigo el ex-presidente de El Salvador (1989-94), Alfredo Cristiani, del partido conservador ARENA. Para quién no lo conozca, su partido fue cómplice del episodio más sangriento de la historia contemporánea del país centroamericano, organizando los famosos paramilitares: los escuadrones de la muerte.

Las continuas violaciones de derechos humanos de este partido fueron denunciadas por diversos organismos internacionales. Durante el mandato de Cristiani se produjo los asesinatos de los jesuitas, entre ellos el padre Ellacuría, teólogo de la liberación.

Los documentos desclasificados por la CIA, aportados por la profesora de la Universidad de Stanford, Terry Karl, vinculan al aparato mayor del ejército y a Cristiani, como autor intelectual de dichos fusilamientos.

Por si fuera poco, la fundación que preside Vargas Llosa está dirigida por Francisco Flores, otro expresidente del Salvador, de la sanguinaria ARENA, él y su gobierno protegieron a Posadas Carriles, reconocido terrorista por el cual pedían su extradición Venezuela y Cuba.

Siguiendo con su currículum de amistades, se encuentra el aparato mafioso-terrorista de la FNCA (Fundación Nacional Cubano-Americana) formadas por ex agentes de la CIA, la guardia del dictador Batista y sectores empresariales, encabezados por la familia Mas Canosa.

Defensor acérrimo de las intervenciones imperialistas, ha llegado a declarar que hoy en día Irak es más libre, apoyando la invasión sin ningún escrúpulo. No obviamos su maestría en el ensayo y la novela, pero esta cualidad, no le redime en ser un mediocre político y que su pensamiento político-económico sea un auténtico peligro para la mayoría de la humanidad, entre ellos los iraquíes que no podrán gozar de sus libros pero si sufrir de su nefasta ideología.

* historiador, militante de la izquierda nacionalista andaluza.



El año pasado Vargas Llosa decidió ir a Venezuela, una vez allí se dedico a provocar a su presidente Hugo Chávez, el pretexto de su presencia era el aniversario de CEDICE, ONG que es financiada por la Fundación Internacional para la Libertad que el mismo preside y por otras creaciones del imperialismo norteamericano como la NED y el Instituto CATO, recuérdese que la directora ejecutiva de CEDICE, Rocío Guijarro, firmó en representación de las ONGs el decreto que convalidaba el golpe de estado en Venezuela el año 2002. Las sanas "ideas" con las que Vargas Llosa pretendía iluminar al pueblo venezolano, no eran otras que las que propone liberalismo decimonónico, las mismas ideas que han sido rechazadas por el pueblo venezolano de manera pacifica por las vías democráticas como han sido rechazadas valientemente cuando los golpistas se quisieron imponerlas a la mala. Si bien es cierto que el profeta Mario Vargas no logro su cometido alborotador de todas maneras le valió el intento y hoy es premiado por ello.

domingo, 10 de octubre de 2010

Lenin: ENSEÑANZAS DE LA COMUNA *

Después del golpe de Estado que puso fin a la revolución de 1848, Francia cayó durante dieciocho años bajo el yugo del régimen napoleónico, que llevó al país no sólo a la ruina económica, sino también a una humillación nacional. Al sublevarse contra el viejo régimen, el proletariado asumió dos tareas, una nacional y la otra de clase: liberar a Francia de la invasión alemana y liberar del capitalismo a los obreros mediante el socialismo. Esta combinación de las dos tareas constituye el rasgo más peculiar de la Comuna.

La burguesía formó entonces el “gobierno de la defensa nacional”, bajo cuya dirección tenía que luchar el proletariado por la independencia de toda la nación. Se trataba, en realidad, de un gobierno “de traición nacional”, el cual consideraba que sumisión consistía en luchar contra el proletariado parisiense. Pero el proletariado, cegado por las ilusiones patrióticas, no se daba cuenta de ello. La idea patriótica arrancaba de la Gran Revolución del siglo XVIII; esta idea se adueñó de las mentes delos socialistas de la Comuna; y Blanqui, por ejemplo, que era sin duda alguna un revolucionario un ferviente partidario del socialismo, no halló para su periódico mejor título que el angustioso grito burgués: “¡La patria en peligro!”

La conjugación de estas tareas contradictorias -el patriotismo y el socialismo- constituyó el error fatal de los socialistas franceses. En el Manifiesto que la Internacional lanzó en septiembre de 1870, Marx puso ya en guardia al proletariado francés contra el peligro de dejarse llevar del entusiasmo por una falsa idea nacional1. Profundos cambios se habían operado desde los tiempos de la Gran Revolución; las contradicciones de clase se habían agudizado, y si entonces la lucha contra la reacción de toda Europa agrupaba a toda la nación revolucionaria, ahora el proletariado ya no podía unir sus intereses a los de las otras clases, que le eran hostiles; la burguesía debía cargar con la responsabilidad de la humillación nacional; la misión del proletariado era luchar por la emancipación socialista del trabajo sometido al yugo de la burguesía.

En efecto, no tardó en verse el trasfondo verdadero del “patriotismo” burgués. Después de concertar una paz vergonzosa con los prusianos, el gobierno de Versalles procedió a cumplir su tarea directa y la emprendió con el armamento -terrorífico para él- del proletariado parisiense. Los obreros respondieron proclamando la Comuna y declarando la guerra civil.

A pesar de que el proletariado socialista estaba dividido en numerosas sectas, la Comuna fue un ejemplo brillante de cómo el proletariado sabe cumplir unánime las tareas democráticas, que la burguesía sólo sabía proclamar. Sin ninguna legislación complicada, con toda sencillez, el proletariado, que había conquistado el poder, llevó a cabo la democratización del régimen social, suprimió la burocracia y estableció la elección delos funcionarios por el pueblo.

Pero dos errores malograron los frutos de la brillante victoria. El proletariado se detuvo a mitad de camino: en lugar de comenzar la “expropiación de los expropiadores”, se puso a soñar con la entronización de la justicia suprema en un país unificado por una tarea común a toda la nación; no se apoderó de instituciones como, por ejemplo, el banco; las teorías de los proudhonistas2 del “justo cambio”, etc., dominaban aún entre los socialistas. El segundo error consistió en la excesiva magnanimidad del proletariado: en lugar de exterminar a sus enemigos, que era lo que debía haber hecho, trató de influir en la moral de ellos, menospreció la importancia que en la guerra civil tienen las acciones puramente militares y, en vez de coronar su victoria en París con una ofensiva resuelta sobre Versalles, se demoró y dio tiempo al gobierno versallés de reunir las fuerzas tenebrosas y preparase para la semana sangrienta de mayo.

Mas, pese a todos sus errores, la Comuna constituye un magno ejemplo del más importante movimiento proletario del siglo XIX. Marx concedió un gran valor al alcance histórico de la Comuna: si cuando la pandilla de Versalles emprendió la traicionera tentativa de apoderarse delas armas del proletariado parisiense, los obreros se las hubiesen dejado arrebatar sin lucha, la funesta desmoralización que semejante debilidad hubiera sembrado en las filas del movimiento proletario habría sido muchísimo más grave que el daño ocasionado por las pérdidas que sufrió la clase obrera en el combate por la defensa de sus armas3. Por grandes que hayan sido las pérdidas de la Comuna, la significación de ésta para la lucha general del proletariado las ha compensado: la Comuna puso en conmoción el movimiento socialista de Europa, mostró la fuerza de la guerra civil, disipó las ilusiones patrióticas y acabó con la fe ingenua en los anhelos nacionales de la burguesía. La Comuna enseñó al proletariado europeo a plantear en forma concreta las tareas dela revolución socialista.

El proletariado no olvidará la lección recibida. La clase obrera la aprovechará, como ya la aprovechó en Rusia durante la insurrección de diciembre.

La época que precedió a la revolución rusa y la preparó tiene cierta semejanza con la del yugo napoleónico en Francia. También en Rusia la camarilla autocrática llevó el país a los horrores dela ruina económica y de la humillación nacional. Pero la revolución no pudo estallar durante mucho tiempo, hasta que el desarrollo social creó las condiciones precisas para un movimiento de masas. Pese a todo su heroísmo, los ataques aislados al gobierno durante el período prerrevolucionario se estrellaban contra la indiferencia de las masas populares. Tan sólo la socialdemocracia, con un trabajo perseverante y metódico, logró educar a las masas hasta hacerlas llegar a las formas superiores de lucha: las acciones de masas y la guerra civil con las armas en la mano.

La socialdemocracia supo acabar con los errores “nacionales” y “patrióticos” del joven proletariado y, cuando se logró arrancar al zar el manifiesto del17 de octubre4, en lo que ella participó directamente, el proletariado comenzó a prepararse con energía para la siguiente e inevitable etapa de la revolución: la insurrección armada. Libre de las ilusiones “nacionales”, fue concentrando sus fuerzas de clase en sus organizaciones de masas: los Soviets de diputados obreros y soldados, etc. Y pese a la gran diferencia que había entre los objetivos y las tareas de la revolución rusa y los dela francesa de 1871, el proletariado ruso hubo de recurrir al mismo método de lucha que la Comuna de París fue la primera en utilizar: la guerra civil. Teniendo presentes sus enseñanzas, sabía que el proletariado no debe desdeñar los medios pacíficos de lucha, que sirven a sus intereses corrientes de cada día y son indispensables en el período preparatorio de las revoluciones. Pero el proletariado jamás debe olvidar que, en determinadas condiciones, la lucha de clases adopta la forma de lucha armada y de guerra civil; hay momentos en que los intereses del proletariado exigen un exterminio implacable de los enemigos en combates al descubierto. El proletariado francés lo demostró por primera vez en la Comuna, y el proletariado ruso le dio una brillante confirmación en el alzamiento de diciembre.

No importa que estas dos magnas insurrecciones de la clase obrera fueran aplastadas. Vendrá una nueva insurrección ante la cual serán las fuerzas delos enemigos del proletariado las que flojeen. Esa insurrección dará la victoria completa al proletariado socialista.

--------

notas

* El artículo Enseñanzas de la Comuna, publicado en el número 2 de Zagraníchnaya Gazeta del 23 de marzo de 1908, es el acta taquigráfica de un informe pronunciado por Lenin. Al publicado, la redacción del periódico dio la siguiente aclaración: "El 18 de marzo se celebró en Ginebra un mitin internacional en conmemoración de tres aniversarios del proletariado: el veinticinco de la muerte de Marx, el sesenta de la revolución de marzo de 1848 y el treinta y siete de la Comuna de París. En nombre del POSDR habló el camarada Lenin, que trató de la importancia de la Comuna". "Zagraníchnaya Gazeta" ("Gaceta del Extranjero"): periódico del grupo de emigrados rusos en Ginebra; apareció en marzo y abril de 1908.

1 Véase C. Marx. Segundo llamamiento del Consejo General de la Asociación Internacional de losTrabajadores sobre la guerra franco-Prusiana.

2 Proudhonismo: corriente del socialismo pequeñoburgués hostil al marxismo, a la que se dio el nombre de su ideólogo, el anarquista francés Pedro José Proudhon. Proudhon criticaba duramente el capitalismo, pero no veía la salida en la destrucción del modo capitalista de producción que engendra ineluctablemente la miseria, la desigualdad y la explotación de los trabajadores, sino en "perfeccionar" el capitalismo y eliminar sus defectos y abusos mediante una serie de reformas. Proudhon soñaba con eternizar la pequeña propiedad privada, proponía organizar un "banco del pueblo" y un "banco de cambio", con ayuda de los cuales podrían los obreros, según él, adquirir medios de producción propios, hacerse artesanos y asegurar la venta "equitativa" de sus productos. No comprendía la misión histórica del proletariado, adoptaba una actitud negativa ante la lucha de clases, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado y negaba con criterio anarquista la necesidad del Estado. Marx y Engels llevaban una lucha consecuente contra las tentativas de Proudhon de imponer sus opiniones la I Internacional. La enérgica lucha de Marx, Engels y sus partidarios contra el proudhonismo en la I Internacional acabó en la victoria completa del marxismo.

3 Véase el juicio que Marx emitió de la Comuna de París, como predecesora de la nueva sociedad, en el trabajo La guerra civil en Francia y en las cartas a L. Kugelmann del 12 y el 17 de abril de 1871.

4 El 17 (30) de octubre de 1905, durante las jornadas de máximo ascenso de la huelga política de octubre en toda Rusia, se promulgó el manifiesto del zar que prometía las "libertades civiles" y una Duma "legislativa". El manifiesto fue una maniobra política de la autocracia cuyo sentido estribaba en ganar tiempo, dividir las fuerzas revolucionarias, frustrar la huelga y aplastar la revolución. Los bolcheviques desenmascararon el contenido verdadero del manifiesto. El 18 (31) de octubre de 1905, el CC del POSDR lanzó un llamamiento "¡Al pueblo ruso!", en el que explicaba toda la falsedad del manifiesto del zar y exhortaba a proseguir la lucha.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Ecuador : Golpe o rebelión


EL PCMLE FRENTE A LOS ACONTECIMIENTOS DEL 30 DE SEPTIEMBRE

El Ecuador viene siendo el escenario desde hace algunos meses, de la intensificación y ampliación de las luchas sociales, que diversos sectores del pueblo trabajador, los sindicalistas, indígenas, campesinos, maestros, la juventud estudiantil, servidores públicos, pequeños comerciantes, jubilados, vienen desarrollando, para oponerse a las políticas del gobierno de Rafael Correa que lesionan en los hechos los intereses del país, de los pueblos y de sus organizaciones, refuerzan o consagran las políticas neoliberales, privatizadoras y entreguistas.

Los trabajadores han levantado sus acciones en defensa de los derechos sindicales que han querido ser anulados por parte del gobierno; los pueblos indígenas combatieron en todo el país en defensa del agua como un recurso humano vital; las comunidades campesinas e indígenas oponiéndose a la naturaleza entreguista y depredadora de la Ley de Minería; los maestros exigiendo mejores garantías para la educación nacional, opuestos a unas evaluaciones retaliatorias y excluyentes; los estudiantes y todas las universidades del país, contra una Ley de Educación Superior que elimina la autonomía universitaria, el cogobierno estudiantil, el libre ingreso, otras conquistas y derechos; los servidores públicos se han movilizado defendiendo su estabilidad, sus conquistas alcanzadas tras largas luchas; los jubilados para mejorar sus pensiones y su atención por parte del Seguro Social; los pequeños comerciantes han estado en las calles por una Ley que garantice su derecho al trabajo, la seguridad social y otras conquistas.

Estas movilizaciones y protestas también han denunciado la posición del régimen para favorecer a los monopolios imperialistas petroleros, mineros, de telecomunicaciones; de favorecer el endeudamiento externo, en condiciones desventajosas; de involucrar al país en el Plan Colombia y de impulsar una política lesiva a la soberanía nacional en la suscripción de la Convención de los Derechos del Mar (CONVEMAR).

El Presidente Correa ha respondido a estas acciones de lucha y las denuncias de las organizaciones sociales, con una política represiva que va dejando víctimas fatales, heridos y grandes daños materiales como en los casos del ataque a la población de Dayuma, a los mineros del Azuay, el asesinato del profesor shuar Bosco Wisuma, el desalojo violento a los mineros de Zamora y otros hechos. Dirigentes de organizaciones obreras, indígenas, campesinas, estudiantiles, de maestros, han sido detenidos, enjuiciados y perseguidos; son objeto de abominables ataques y calumnias a través de una sonora y atiborrante campaña de los grandes medios que el gobierno controla, acusándolos de 'mediocres', 'terroristas', 'corruptos', etc.

En el marco de esta situación, el día 30 de septiembre se produce en distintos lugares del país, la rebelión de las tropas policiales, la toma de los cuarteles, su salida a las calles, en respuesta a la aprobación que se diera en la Asamblea Legislativa a la Ley de Servicio Público y al veto presidencial, que significa arrebatarle a este sector una serie de beneficios, conquistas, subsidios, que los habían logrado en el transcurso de varios años.

Las tropas amotinadas denuncian estos hechos, exigen incluso el cambio de la cúpula de la institución, pero en ningún momento se pronuncian por un cambio de gobierno, por su derrocamiento y más bien solicitan el diálogo, el cese de las actitudes autoritarias y que se atienda su situación. En estas condiciones, esa lucha de las tropas policiales, se añade a la de otros sectores populares en defensa de sus aspiraciones, de sus derechos y conquistas.

Los revolucionarios, la izquierda, los comunistas, asumimos como un deber el apoyo a esta y todas las luchas que defiendan los intereses populares y del país. Consideramos que es una falacia acusar de que estas acciones formen parte de una 'conspiración' en contra de la democracia, del gobierno constituido y que sea parte de un intento de 'golpe de Estado' de los 'fascistas', de la 'derecha', con la 'participación de la izquierda', sin que se demuestre para nada estas implicaciones.

La insistente denuncia del régimen sobre el supuesto 'golpe de Estado contra la democracia ecuatoriana' trajo inmediatamente los respaldos del gobierno norteamericano y de la ONU; pero a la vez generó también, los pronunciamientos de la UNASUR, de los gobiernos de la región como Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, y también de Colombia, Chile y Perú.

Corresponde señalar que la mayoría de organizaciones sociales que han reivindicado sus aspiraciones, han deslindado campos y denunciado las reales o supuestas acciones de conspiración de la derecha, de la partidocracia, de las oligarquías y el imperialismo. De esta manera se pronunciaron CONAIE, ECUARRUNARI, las Centrales Sindicales, el Frente Popular y todas sus organizaciones, de modo que las acusaciones de conspiración caen por su propio peso.

El mismo Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General Ernesto González, respaldó el orden constitucional, insistió en el pedido para la revisión o anulación de la Ley de Servicio Público, causante de los conflictos, al comparecer en la cadena indefinida y obligatoria, ordenada por el gobierno a todos los medios de comunicación del país; igual fue la petición de todos los voceros de los policías insubordinados, mientras los canales y medios pudieron recoger esos pronunciamientos para que se atiendan sus necesidades. La famosa 'conspiración contra la democracia' que el gobierno y sus servidores denuncian, no aparece por ninguna parte??

Los acontecimientos eran graves y generalizados, pero se desbordaron, cuando haciendo gala de prepotencia, en abierta actitud imprudente, Correa fue a enfrentarse con los rebeldes y recibió el rechazo, incluso los irascibles excesos, de quienes se hallaban en el Regimiento Quito; quedó asilado en el Hospital de la Policía desde donde en horas de la noche fue sacado en medio de un sorprendente y desproporcionado operativo militar que fuera difundido por radio y TV a todo el país, poniendo en grave riesgo la vida del propio mandatario, provocando varias víctimas fatales de dicha acción, decenas de heridos, graves daños a las instalaciones de esa casa de salud.

Luego de su espectacular salida, Correa llega en medio de aplausos y vítores de sus partidarios a la Plaza Grande, para repetir las poses autoritarias, prepotentes y conminatorias; acusar sin pruebas, deformar la verdad y llama a la 'vindicta pública', que 'no habrá perdón ni olvido' frente a los conspiradores, etc.

Los revolucionarios, los comunistas, los trabajadores y los pueblos, tenemos claro que la democracia es una conquista de las masas a lo largo de centenas de años y por eso la defendemos a pesar de sus limitaciones y exclusiones. La democracia representativa es una expresión del poder de las clases dominantes, resguarda sus intereses; para la gran mayoría, para las clases trabajadoras, sigue siendo una retórica en cuyo nombre se los excluye y atropella. Teniendo claro estos conceptos, la lucha social, las acciones de los trabajadores y los pueblos, la propia rebelión de la tropa de la policía, no se propuso ni plantea quebrar la vida institucional del país y menos es resultado de los afanes conspirativos y golpistas de la derecha, la partidocracia y el imperialismo. El camino de los trabajadores y los pueblos, de la izquierda revolucionaria está claramente definido, es la marcha independiente en busca de su liberación definitiva y cotidianamente en la lucha por sus derechos, aspiraciones, conquistas sociales y democráticas.

Es necesario afirmar, sin embargo, que la prédica gubernamental de que se producía un 'golpe de Estado', tuvo éxito y confundió a un sector de la opinión pública del país y del exterior. En el ámbito popular las cosas están claras. Los acontecimientos de ayer son un nuevo episodio de la lucha social.

Más allá de las actitudes vengativas, retaliatorias y de las sanciones que aplique el régimen, ello deja profundas heridas en las tropas policiales y en varios sectores sociales; el gobierno de la 'revolución ciudadana' que ahora canta victoria, debe saber que la lucha de los trabajadores, la juventud y los pueblos continúa; porque seguimos en crisis, sigue la injusticia, las desigualdades sociales aumentan, se desborda y no se sancionan los actos de corrupción. La efervescencia, la lucha social y la aspiración del verdadero cambio se va constituyendo en una bandera de cada vez mayores y más grandes sectores de nuestros pueblos. Crece la conciencia popular!

Exijamos la anulación de los vetos presidenciales y de los elementos antipopulares y antinacionales que contienen las leyes conexas como las reformas a la Ley de Hidrocarburos, la Ley de Ordenamiento Territorial, de Servicio Público, Educación Superior, el Código de las Finanzas Públicas y otras que perjudican a los trabajadores, la juventud y los pueblos. Del mismo modo, por la derogatoria inmediata del 'estado de excepción', pues desde el gobierno se señala que no hay ninguna conmoción interna.

Hoy es la hora de trabajar más insistentemente por la unidad de todos los sectores que defendemos nuestras justas aspiraciones, conquistas sociales y derechos; por quienes luchamos un futuro mejor. En esto reside, sin duda, la fortaleza de los pueblos, en ello está la garantía de la victoria!!


PARTIDO COMUNISTA MARXISTA LENINISTA DEL ECUADOR
Comité Central
1º. de octubre de 2010





PC del Ecuador: “Paramos el golpe reaccionario, ahora dar contenido revolucionario al proceso”

Editorial del periódico "El Pueblo" de Ecuador (*)

El 30 de Septiembre del 2010 el pueblo ecuatoriano, las vertientes constitucionalistas de las Fuerzas Armadas y de la Policía y el coraje del Presidente Rafael Correa derrotamos una intentona golpista de sectores policiales, encubierta en reivindicaciones económicas y profesionales en asocio con fuerzas y partidos de derecha de aquellos que no dan un paso sin tener la anuencia del imperialismo y que en su aislamiento y desesperación no descartaron el magnicidio que también les fracasó, pero que si ocasionaron muertos y heridos por los que tendrán que responder.

Es que el imperialismo y la oligarquía, que vienen buscando como revertir los procesos progresistas en Nuestra América, creyeron llegado su momento a partir de la supuesta derrota del Presidente Hugo Chávez en Venezuela -sigan "ganando" así y los desafío al Referendo Revocatorio- les espeto el Comandante de la Revolución Bolivariana cuyas fuerzas lograron mayoría absoluta en la Asamblea; a partir también del lanzamiento de 30 bombas de 250 y 500 kilogramos de explosivos con decenas de aviones y helicópteros sobre el campamento del responsable militar de las FARC-EP conocido como Mono Jojoy; a partir igualmente de la descalificación y la inhabilitación por 18 años de la Senadora Piedad Córdoba que tanto ha laborado por el Acuerdo Humanitario en Colombia.

El proceso que con siete triunfos electorales el pueblo ecuatoriano ha entregado en su conducción al Presidente Rafael Correa tiene como una de sus esencias aflorar las virtualidades y podredumbres de la sociedad y así mismo producir las caídas de las mascaras para que quede expuesto el verdadero rostro de las fuerzas sociales.

No es casual que el imperialismo y la oligarquía escogieran como ariete para la intentona golpista a segmentos de la Policía que hoy es donde está el mejor caldo de cultivo para sus políticas de conspiración e infiltración a pretexto de la generosamente financiada "lucha antidrogas"; no hay que olvidar que cuando el bombardeo, desembarco, masacre y ejecución de las tropas de Uribe en nuestra localidad de Angostura la inteligencia policial reportó primero a la Embajada de los EE.UU. y que también muchos de esos trabajos de inteligencia llegan coordinados con el partido Sociedad Patriótica del ex-presidente Lucio Gutiérrez, de activo papel también en la intentona del 30 de Septiembre, en que además los amotinados gritaban frenéticamente contra el comunismo, contra Fidel y contra Hugo Chávez.

Tampoco es casual que hayan sido el Movimiento Popular Democrático y el Movimiento Pachakutik quienes respalden el intento de golpe reaccionario; el uno de matriz "maoísta" fundado por la CIA en 1964, con vínculos policiales y que en la FEUE de la Universidad de Guayaquil tiene una alianza política y orgánica pública con el Movimiento Madera de Guerrero del Alcalde Jaime Nebot y hoy sigue el mismo camino de los maoístas que en Chile estuvieron contra Salvador Allende y a favor del golpe de Pinochet y de ³Bandera Roja² en Venezuela que está contra el gobierno de Hugo Chávez; y el otro que viene amamantándose de los fondos del Banco Mundial, de la USAID y de la NED, tapadera de la CIA, tanto para sí como organización, cuanto para sus principales dirigentes; postura claudicante que acertadamente no fue asumida por la CONAIE. Corrientes del Partido Socialista acariciaban veladamente el golpe no así su Dirección Nacional.

Los dirigentes sindicales vinculados al financiamiento de CSI y la Coordinadora Sindical Americana CSA -financiadas en conjunto por la AFL-CIO de los EEUU y las centrales socialdemócratas y demócrata cristianas de Europa-, soterradamente respaldaron el golpe también desde sus menguadas reivindicaciones "gremialistas" no así las filiales de la FSM: la FEI, la más antigua organización nacional indígena en que militaron Dolores Cacuango y Transito Amaguaña y la CTE, única matriz de clase, nacida en la Revolución de Mayo de 1944 que volcaron sus militantes y banderas a las calles junto a las fuerzas antigolpistas; en consecuencia por la actitud reaccionaria de los dirigentes de la CEOSL, la CEDOC, la CEDOCUT y la UGTE, el FUT está muerto como opción de unidad y lucha por lo que bien hizo la CTE en marcar claramente la distancia en los acontecimientos del 30 de septiembre.

Los medios de comunicación de la derecha atizaban la escalada golpista, esparcían desinformación que fue frenada por la utilización de las facultades que constitucionalmente entrega el Estado de Excepción legalmente decretado.

Desde la Asamblea Nacional la derecha saltó al tinglado con la consigna de la ³amnistía² y fueron más notorias las debilidades y los cálculos de muchos parlamentarios de PAIS, que deberá ejercitar una autocritica y depuración múltiple para no torpedear el proceso.

La solidaridad internacional fue un factor de fuerte presión antigolpista expresada en rotundas declaraciones de gobernantes de diverso signo, la firme resolución de UNASUR, las manifestaciones al pié de muchas de nuestras Embajadas, las declaraciones de múltiples organizaciones de todo el mundo. Frente a este escenario la mejor alternativa para arrinconar y derrotar definitivamente las maniobras golpistas es mejorar el contenido de clase de proceso y llenarlo de contenido revolucionario en la perspectiva del Socialismo afincándose en las masas organizadas y con conciencia y cultura política.

El Partido Comunista del Ecuador seguirá siendo consecuente al Acuerdo que firmamos con Rafael Correa el 31 de Julio del 2006 y este 30 de septiembre del 2010, junto a la Juventud Comunista, lo demostramos a plenitud y combativamente.

* Órgano del Comité Central del Partido Comunista del Ecuador, edición número 1851
del 5 de Octubre del 2010.